Este fin de semana se celebrará la disputa del Gran Premio de Japón sobre las inmediaciones del Circuito de Suzuka. Todo suena bien. Parece que hasta el momento no sucede ningún tipo de problema.
Pero si sucede. Hay un problema bastante importante que se está haciendo notar a lo largo de la fase previa de la disputa de este Gran Premio de Japón. Lo que sucede es que hay una amenaza importante como consecuencia de la más que probable llegada de un tifón sobre la totalidad del territorio nipón.
Lo que puede suceder
Ustedes mismos seguro que al leer algo así se preguntan qué puede llegar a suceder. Pues bien, yo mismo les daré respuesta.
Los días pasan y las previsiones meteorológicas son cada vez más fiables. Estas previsiones indican y dan por hecho que el tifón Hagibis tocará tierra, y no solo eso si no que avanzará por casi todo el territorio japonés. Esto supone que transitará por las mismas inmediaciones del propio Circuito de Suzuka.
Al mismo tiempo las previsiones avanzan vientos muy fuertes cercanos a los 257 kilómetros por hora y cuantiosas precipitaciones. Esta parte para lo que es el Gran Premio de Japón afectaría en su fase más dura en la jornada del sábado. Por tanto, la programación de eventos puede verse seriamente condicionada.
Mi opinión pide prudencia
Todo esto que les he contado anteriormente me impacta a mi mismo también y en seguida les muestro mi modesta opinión.
Pienso que hay que valorar los riesgos de forma especial puesto que estas circunstancias pienso que son realmente excepcionales. Pienso que cuando caen cantidades tan abultadas de precipitación pasamos de aceptar riesgos a aceptar el peligro y en un trazado como el de Suzuka incluso con cantidades razonables de precipitación ya hablamos de peligro.
Pediría a la FIA que sean objetivos y tomen decisiones desde la seguridad. La seguridad debe de estar siempre por encima del espectáculo y del negocio. Si es necesario suspender cualquier jornada e incluso el mismo gran premio debe de hacerse. En el año 2014 se celebró una carrera que nunca tuvo que celebrarse. Una carrera que se gestaba en unas condiciones parecidas con la llegada y presencia de un tifón. Sucedió una trágica desgracia, el piloto Jules Bianchi sufrió un grave accidente que meses después terminó con su fallecimiento. Y dicho esto, si se puede evitar un susto o una desgracia hay que poner todos los medios posibles para evitarlo.
Ojalá todo esto que les he contado pudiese terminar siendo una anécdota y pudiéramos disfrutar de un espectáculo en medio de toda la seguridad. Y si esto que les he contado finalmente acaba sucediendo solo pido que se tomen las decisiones lógicas y todos salgan sanos y salvos que es lo realmente importante.
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