La temporada 2020 está a escasos días de dar comienzo con el Gran Premio de Austria en el Red Bull Ring, previo a que la acción en pista vuelva regrese, algunas escuderías como Ferrari han aprovechado para llevar a cabo un test como parte de su preparación.
Una de las incógnitas que se tiene para el arranque del Mundial, es saber cuál es la diferencia que existe entre los equipos punteros (Mercedes, Ferrari y Red Bull), ya que tras concluir los test de pretemporada en el trazado de Barcelona el pasado mes de febrero, se llegó a la conclusión que la SF1000 de la Scuderia Ferrari estaba por detrás del monoplaza de Mercedes (W11), y no sólo eso, incluso el RB16 de Red Bull podría estar muy cerca o incluso superando a los de Maranello.
Sin embargo, durante el periodo de parón obligado, desde la fábrica de Maranello se informó que se trabajaría en algunos aspectos para intentar mejorar el funcionamiento del motor, mismo que sería mejor y evolucionado con respecto al mostrado en Australia. En realidad no se sabe a ciencia cierta si existen mejoras o no, pero según fuentes cercanas al equipo se habla de una nueva versión que daría de 15 a 20 CV más de potencia. Confirmando así que las mejoras en el nuevo motor son capaces de soportar una presión mayor en la cámara de combustión, garantizando el aumento de caballos de potencia extra.
Pese a esta información, un portavoz del equipo italiano comentó que sí habrán cambios pero serán menores, aunque estos repercutirán positivamente en el monoplaza. Además, dijo que las actualizaciones en la SF1000 llegarán a partir del Gran Premio de Hungría. “Solo tenemos cambios muy pequeños en el automóvil. Era más importante para nosotros entender mejor el SF1000. De hecho, hemos dado un buen paso adelante. Las primeras modificaciones significativas probablemente solo se realizarán después del GP de Hungría”, señaló el portavoz de Ferrari a Auto Motor Und Sport.
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