El ePrix de São Paulo quedará grabado en la historia de la Fórmula E como una de las carreras más caóticas y emocionantes de los últimos tiempos. Mitch Evans, piloto de Jaguar, protagonizó una remontada espectacular desde la última posición hasta la victoria, mientras que el campeonato se vio sacudido por dos banderas rojas y un aterrador accidente de Pascal Wehrlein.
Evans, que había sufrido un problema en la clasificación, se vio obligado a iniciar la carrera desde la última posición. Sin embargo, una serie de incidentes y neutralizaciones le permitieron remontar posiciones de manera constante. La introducción del modo de ataque, las dos banderas rojas y el coche de seguridad fueron elementos clave en su estrategia.
La carrera estuvo marcada por la polémica, ya que varios pilotos recibieron penalizaciones. Taylor Barnard, compañero de equipo de Evans, logró subir al podio a pesar de una sanción por exceso de velocidad en boxes, convirtiéndose en el piloto más joven en lograr esta hazaña en la Fórmula E.
El accidente de Pascal Wehrlein, que volcó su Porsche tras un contacto con el coche de Maximilian Guenther, puso en peligro la integridad física del piloto alemán. Afortunadamente, Wehrlein salió ileso del incidente. La victoria de Evans demuestra la capacidad de adaptación y la habilidad del piloto neozelandés para aprovechar las oportunidades que se presentan en una carrera tan impredecible como la de São Paulo.
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