Domenicali: “La F1 puede salvarse, pero la reducción de gastos e inversiones en desarrollo tecnológico es inevitable”

Stefano Domenicali dice estar confiado en que la crisis que está viviendo la Fórmula 1 será pasajera y la categoría reina del automovilismo saldrá adelante, luego de las afectaciones debido al COVID-19 en el mundo.

El ex-director deportivo de la Scuderia Ferrari piensa que la Fórmula 1 tiene la capacidad para sobrevivir a los estragos luego del brote del coronavirus en el mundo entero.  Domenicali admite que el 2020 será un año de transición en el cual habrá daños en la economía luego de las multiples cancelaciones y cierres de fábricas a nivel global. Sin embargo, confía en que la categoría reina tiene los medios para salir adelante.  “Para empezar el Campeonato se necesita la autorización de los países que han comenzado a afrontar la emergencia en este momento. Será inevitablemente un año de transición, durante el que todas las partes interesadas, equipos grandes y pequeños, propietarios de equipos, pilotos, organizadores y televisiones tendrán que pensar y hacer grandes sacrificios económicos para que el sistema se pueda salvar”, expresó el italiano a Autosprint.

Insiste que el ‘Gran Circo’ puede salvarse, aunque deberán sacrificar algunas cosas, como el desarrollo en nuevas tecnologías o inversiones en las marcas. “La Fórmula 1 aún puede salvarse, aunque creo que la reducción de gastos e inversiones en desarrollo tecnológico es inevitable y sufrirá una desaceleración funcional”, añade Stefano Domenicali. 

Por otra parte, el actual presidente de Lamborghini dijo que la marca italiano ahora mismo se encuentra fabricando gafas de protección y respiradores para el Hospital de Sant’ Orsola, una accisón que el define como solidaria luego del brote por el COVID-19. “Sólo hemos reabierto un departamento y hemos hecho una pequeña conversión que involucra a unos 20 trabajadores. Fabricamos gafas de protección y mascarillas junto a una compañía biomédica local y también componentes para respiradores. Fabricamos 2.000 piezas al día, principalmente para el hospital Sant’ Orsola en Bolonia. No se trata de caridad, sino de solidaridad“, finaliza el italiano.