El mundo de la Fórmula 1 ha puesto sus ojos sobre el nuevo RB21 de Red Bull Racing, un monoplaza que, según las primeras impresiones, promete estabilidad y un rendimiento mejorado en comparación con su predecesor, el RB20. Sin embargo, las expectativas se matizan con la advertencia del experimentado periodista alemán Michael Schmidt, quien señala la necesidad de que el equipo austriaco “sobreviva” a las primeras carreras de la temporada 2025.
Durante las pruebas de pretemporada en Bahréin, el RB21 mostró un comportamiento más equilibrado y consistente, lo que sugiere que los ingenieros de Red Bull han trabajado arduamente para refinar la base ya sólida del RB20. A pesar de estas mejoras en la dinámica del coche, las diferencias visuales con respecto al modelo anterior son mínimas, lo que plantea interrogantes sobre la magnitud de los cambios internos y su impacto real en la pista. “Sí, es un coche nuevo, pero desde fuera parece casi igual. El tercer día de pruebas llegó una nueva punta y una nueva suela. En realidad, había muchos cambios que no se apreciaban a simple vista. El coche es ahora más predecible y responde mejor a los cambios. El año pasado, incluso los ajustes más pequeños podían provocar una pérdida de rendimiento de hasta un segundo. Ahora, el rango de rendimiento óptimo se ha ampliado y el coche responde de forma más consistente a los cambios”.
“El año pasado, el rendimiento aerodinámico se vio limitado por la refrigeración. Si hubieran hecho las actualizaciones aerodinámicas sin cambiar la refrigeración, los coches se habrían sobrecalentado. Este año han solucionado por completo este problema. También se ha trabajado mucho en el suelo y en el alerón delantero”, expresó Schmidt a Auto Motor und Sport.
La estabilidad mejorada del RB21 es un factor crucial para Red Bull, especialmente considerando la creciente competencia de equipos como Ferrari y McLaren. No obstante, la falta de cambios visuales significativos podría indicar que Red Bull ha optado por una estrategia de evolución cautelosa, priorizando la fiabilidad y la optimización de los componentes existentes en lugar de innovaciones radicales. “Red Bull quería que la FIA implementara algunas regulaciones al inicio de la temporada, pero estos cambios solo entrarán en vigor a partir de la carrera de Barcelona. El equipo quería sacar ventaja adaptándose a esta normativa con antelación, pero su plan no funcionó. Reaccionaron con lentitud, sobre todo ante los problemas de flexibilidad del alerón delantero. Red Bull se dio cuenta desde el principio de que tendrían que superar las primeras nueve carreras con una determinada estrategia”.
“Pero no era posible hacer eso con el antiguo diseño del alerón delantero. Por eso hicieron algunas mejoras en el peso y la aerodinámica. Son cambios que no son visibles desde el exterior pero que son muy importantes. Si Max Verstappen está ahí, hay que tenerlo siempre en cuenta. Aunque esté en un coche un poco más lento que sus rivales, puede sacarle una victoria. Por eso será recordado como uno de los mejores pilotos de la historia. Lo volvió a demostrar el año pasado”, dijo para concluir.
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